sábado, 30 de abril de 2011

Mentiría si dijera que no recuerdo el sabor de su saliva y la locura que lo envolvía. Me acuerdo de cada mañana, cada palabra, cada foto, cada gesto. Me queda la esperanza de volver a compartir, de atarme de nuevo a su cuerpo como cada noche, de volver a pintar amaneceres a su lado, de regresar al mismo lugar donde nuestros cuerpos de unían para ser uno. Me mirabas a la cara y tus ojos se llenaban de impotencia de no tenerme cerca, mi corazón galopa a mil por hora cada vez que veo tu nombre en la pantalla de mi movil, te canto desde lejos, desde muy dentro, desde la distancia, que es muy puta y me pesa más de lo que debería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario